Los grupos integristas creados en Cataluña propugnan la vuelta a la época de esplendor de los sucesores del profeta Mahoma, y por tanto son favorables al uso de la violencia para protagonizar una Guerra Santa (o Yihad) contra occidente.
El
terrorismo islámico ha pasado a ser la principal preocupación del
Centro Nacional de Inteligencia. La tregua anunciada por ETA, y las
alertas llegadas a España desde Estados Unidos, ha cambiado el centro de
gravedad de las prioridades, que ha pasado a ser la amenaza yihadista y
la implantación del extremismo islámico en Cataluña.
Desde el mes de marzo, el CNI ha impulsado aún más la formación de
nuevos agentes especializados en combatir las redes islamistas, habida
cuenta de que España es uno de los países con más implantación, y
especialmente Cataluña, considerada la ‘cuna’ de los nuevos muyahidines.
Además, se ha detectado que llegan muchos otros después de salir de
Irak, Pakistán, Túnez y Argelia.
Según publica El Confidencial Digital¸ más de la
mitad de los agentes encargados de controlar el islamismo radical han
sido enviados de forma permanente al llamado eje Lérida-Tarragona, para,
entre otras cosas, investigar sobre el terreno la proliferación de
grupos integristas que pueden servir de enlace con células terroristas
internacionales.
El objetivo del CNI en Cataluña es controlar a los miembros de
colectivos yihadistas que se han creado en la región desde 2004: “La
llegada de pakistaníes, argelinos, y tunecinos ha favorecido la creación
de grupos radicales que suponen una amenaza para la seguridad”, dicen
las fuentes consultadas.
El Centro Nacional de Inteligencia considera a Cataluña “el principal foco de islamismo yihadista que hay en nuestro país”.
Los grupos integristas allí creados propugnan la vuelta a la época de
esplendor de los sucesores del profeta Mahoma, y por tanto son
favorables al uso de la violencia para protagonizar una Guerra Santa (o
Yihad) contra occidente.
Existen informes concretos sobre células de Al Qaeda en Cataluña,
integradas en su mayoría por pakistaníes, cuyo objetivo es captar más
adeptos –incluyendo a inmigrantes que trabajen de forma irregular como
jornaleros- a través de líderes religiosos, y también conseguir
financiación, mediante subvenciones de comunidades islámicas, o con
envíos desde el extranjero: “La red ‘Money Transfer’ es la más usada por
los islamistas”, según las fuentes consultadas.
Añaden que “los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado ya han
protagonizado más de diez redadas durante el último año en Cataluña
contra grupos yihadistas, han detenido a los cabecillas y obtenido
importantes pruebas para seguir investigando el crecimiento del
islamismo radical”.
El CNI tiene especial preocupación por la proliferación del yihadismo
radical en la zona del Bajo Ebro, por lo que ha creado un dispositivo
especial para el llamado eje Lérida-Tarragona.
Las fuentes citadas explican que en Lérida se siguen atentamente los
movimientos del imán Abdelwuahab Houzi, considerado uno de los más
radicales en España. “Ha instaurado su propia policía religiosa, con
labores de espionaje a sus fieles y de presión para los inmigrantes que
no quieran seguirle el juego”, cuentan.
Además, “existen sospechas sobre la financiación de su grupo, y la
Fiscalía ya le ha obligado a sentarse en el banquillo, aunque él siempre
afirma que el dinero que obtiene procede de aportaciones de sus
seguidores”.
En cuanto a Tarragona, las fuentes consultadas advierten de la
existencia de salafistas que quieren instaurar la Ley Santa (Sharia) en España:
“Llevan a cabo reuniones secretas en casas de campo, masías, y pequeños
templos, y son muy peligrosos”.
De hecho, “hace dos años intentaron lapidar a una mujer, a la que
secuestraron, la sometieron a un juicio islámico, y la condenaron a
muerte”. Una llamada telefónica poniendo en alerta a los Mossos d’
Esquadra evitó el asesinato y facilitó la detención de varios islamistas
radicales.
“Riesgo de atentado terrorista en España”
Tal y como se informó en estas páginas, la Agencia de Seguridad
Nacional de Estados Unidos envió a España, el pasado mes de junio, una
alerta de grave amenaza islamista. En el informe, el organismo
estadounidense avisaba de que el conflicto en Afganistán traerá a
Europa, y especialmente a España, a miles de muyahidines.
La principal recomendación del documento fue que se reforzaran los
equipos designados para identificar a elementos radicales que lleguen
camuflados como simples inmigrantes entre la población musulmana común,
que en Cataluña sobrepasan la cifra de 400.000.
A su vez, el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista ha
incrementado sus efectivos en los últimos meses con nuevas
incorporaciones. El CNCA cuenta en la actualidad con cien miembros de
élite, de los cuales 40 son expertos en el movimiento yihadista en
España y Europa.
Fuente: Minuto Digital
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